Oraciones de inicio de curso en E.P.

Reflexión para un nuevo comienzo de curso.

Durante este verano hemos recargado las pilas y volvemos
dispuestos a empezar con renovadas fuerzas.
Con cada curso comienza una nueva etapa en nuestra vida que
nos hace mirar con recelo lo que se nos avecina.
Algunos de vosotros tendréis compañeros nuevos; otros tendréis
profesores nuevos... y los hay que tendrán hasta “cole” nuevo.
Para unos será el último año con sus compañeros e incluso el
último año en Educación Infantil o Primaria.
Comenzamos llenos de incertidumbres y esperanzas, pero
seguro que todos venimos preparados para dar lo mejor de nosotros y
con muy buenos propósitos de superación que se irán cumpliendo a lo
largo del curso.
Vuestras carpetas traen cuadernos en blanco que se escribirán
cada día con la fecha, los dictados, las cuentas, las copias...
Los estuches llenos con colores nuevos que pintarán la paz, la
navidad, y los mejores deseos de compartir.
Pero de todo el material, el más importante sois vosotros.
Nosotros venimos preparados con nuestra alegría, nuestro interés y
nuestro esfuerzo.
Pero sabemos que sólo con esto no basta, y por eso pedimos
ayuda a Jesús, porque le necesitamos para acoger con cariño.
Para poder ser generosos en la entrega a los demás.
Le necesitamos para que sea nuestra fuerza de cada día y nuestro
modelo como Maestro.

(un profesor)

Niño Jesús, haz que yo sea
instrumento de Paz:
para que donde haya odio
ponga yo amor.
Donde haya tristeza ponga
yo alegría, donde haya
oscuridad ponga yo tu luz.
Enséñame a ayudar a los
demás y a comprenderlos.
A respetar a los mayores y a
escuchar sus consejos.
A obedecer a mis padres y
profesores que se
preocupan por mí.
Permanece siempre a mi
lado para aprender juntos
las cosas maravillosas de
la vida. Amén.

(un alumno)

Señor:

AYÚDAME a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, y contestar con cariño todas sus preguntas.
HAZME tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo.
NO PERMITAS que les hable de mal modo, sino que les corrija con amor.
HAZ que tenga siempre una palabra de aliento.
DAME VALOR para reconocer y rectificar mis errores.
REDUCE mi egoísmo.
AYÚDAME a tratar a mis hijos conforme a su edad, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los mayores.
NO PERMITAS que les robe las oportunidades de actuar por si mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar decisiones de acuerdo a su edad.
TE PIDO que me guíes todas las horas del día.

DAME SEÑOR PARA ELLOS: TIEMPO, ABRAZOS, “TE AMO” Y BESOS.

(una madre)